Ayer me compré un vestido primaveral.
No era el día más indicado...
aunque no hacía frio, llovía y hacía mucho viento.
Aún así yo fui a Zara con la idea de comprarme unas sandalias, ya está.
Me las había probado el día de antes y ayer ya no estaban.
¡¡Pero cuantas desubicás habemos en este mundo!!!
Ayer era día de botas, no de sandalias!!
Da igual, yo siempre encuentro algo...
A falta de sandalias, me topé con este vestidito de niña...
no de niña buena, de niña, vamos de Zara kids (talla 13-14)
Es lo bueno de ser recortadita.
Y aunque mi amorcito dice que es de monaguillo,
a mi me encanta.
El caso es que cuando llegué a casa y me lo probé,
me acordé de un collar que hice hace unos años.
Uno de mis experimentos que no llegué a estrenar.
Ha estado en mi habitación en casa de mis padres
colgado junto al espejo del tocador no se el tiempo.
Y precisamente en mi último viaje a Valencia
me lo traje conmigo.
¿A qué es super bonito??
¿A qué le va al vestido estupendamente??
Sabéis con qué está hecho??
Me quedan todavía un montón de flores.
Ummm... voy a inventar otra cosa.
¡¡Feliz fin de semana!!
Mil besitos.
Que hermoso! cada vez que entro en tu blog me sorprendo con algo nuevo, mas hermoso que lo anterior! Es como el paraiso de las cosas bellas! :D